Nos levantamos a las 6 para coger el autobús a Birmingham, como aquí también es fiesta los autobuses son los de los domingos, es decir, pocos. Acompañé a Manolo hasta el autobus 900 que va al aeropuerto y allí me despedí de él. Volvía casa y me pasé el día durmiendo.

El fin de semana ha estado genial, pero ha sido una paliza.

Yvonne me ha contado que el día 20 de Mayo se va de vacaciones con los niños, 3 semanas, que mandará a su madre a traerme comida y a un par de amigos. Le he dicho que no hace falta. Lo bueno es que si os pudieséis escapar, podríais quedaros en mi casa. Aunque ya sé que estáis de exámenes.

Os echo muchísimo de menos.